Vulnerabilidad al palo

Por Delfina de Achával

| 18/08/2020 |

Voy a hacerles una confesión. Siempre he sido una madre con tendencia a angustiarme y a preocuparme. Y durante mucho tiempo (sobre todo en los primeros años de mis hijos), solía invadirme una sensación muy fuerte de miedo a que algo terrible les pasara. Lo interesante es que este miedo aparecía justo después de alguna sensación vinculada a lo mucho que quería a mis hijos o lo feliz que estaba con mi vida.

Al principio pensé que estaba loca. Hasta que un día leí que a Brené Brown, terapeuta que admiro profundamente, le pasaba algo parecido, y empecé a investigar por qué nos suele pasar esto. Creo que tiene que ver con algo de la famosa frase “es demasiado bueno para ser verdad”, la sensación de miedo de “no tener suficiente”, y también con la VULNERABILIDAD.

¿A ustedes también les ha pasado esto de estar al borde de la “felicidad” absoluta en alguna situación de su vida y de repente sentirse abrumado/a por la vulnerabilidad y el miedo? Si la respuesta es SI, les comparto algunas claves, que me ayudaron a trabajarlo.


🔸 Cuando me inunda esta sensación, hago un ejercicio de dos pasos. Primero, miro de frente al MIEDO y a mi VULNERABILIDAD, les saco el velo y les doy entidad. Y después los transformo en GRATITUD. Digo en voz alta: “Me siento vulnerable. No pasa nada. Estoy muy agradecida por…”.
🔸 Entiendo que el AMOR muchas veces viene acompañado del miedo a la pérdida. Así son las emociones; no existen las “positivas” y “negativas”. Vienen entrelazadas unas con otras. Y las acepto tal cual son.
🔸 Aumento la dosis de momentos “mindful” en mi vida diaria. Aquellos momentos cotidianos, simples. Eso da MUCHO valor a mi vida, y me ha cambiado radicalmente mi forma de conectar con la gratitud, la felicidad y la abundancia. El hacer “extraordinario lo ordinario” es TODO para mí🌟

Compartir estas cosas, para mí, es sentir que no estamos solos, es alivianar la carga cuando entramos a algún lugar de oscuridad o miedo en nuestra vida. Acá estamos para sostenernos entre todos.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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