En nuestra vida cotidiana muchas veces tenemos “tiempos muertos” en que caemos forzosamente en una PAUSA.
Allí, solemos hacer un check-out , es decir, chequeamos afuera. Generalmente agarramos el celular y revisamos el clima, Instagram, WhatsApp.
Hoy quiero proponerles una práctica informal de Mindfulness para hacer nuestro propio CHECK-IN .
¿Y cómo se hace este chequeo atento? Les propongo el acrónimo STOP (“PARÁ” en inglés) creado por Elisha Golsdstein. Es una práctica muy simple que nos permite en 1 o 2 minutos entrenarnos en la capacidad de mirar conscientemente nuestro interior y el entorno.
➡ La S hace referencia a stop, detener aquello que estamos haciendo, y cerrar los ojos o ponernos cómodos para cortar el piloto automático.
➡ La T, tomar unas respiraciones que nos permitan conectarnos con nuestro ritmo interno y nuestro cuerpo. Una forma de hacerlo es acercarnos a las sensaciones físicas de la respiración: fosas nasales, pecho o abdomen.
➡ La O refiere a observar lo que está sucediendo. También observar qué pensamientos pasan por nuestra mente e identificarlos como simples eventos mentales. Ver si estamos experimentando alguna emoción agradable o desagradable; y alguna sensación en el cuerpo, escaneándolo brevemente desde la cabeza hasta los pies para reconocer posibles sensaciones de tensión sin intentar cambiarlas.
➡ La P refiere a proceder de forma consciente con lo que sea que estemos haciendo, pero desde una elección intencional para incorporar lo que acabamos de aprender.
Esta práctica nos brinda la enorme oportunidad de salir del “piloto automático”. Nos permite reconocer brevemente cómo nos sentimos física, mental y emocionalmente. Nos ayuda a centrarnos en el momento presente y registrar qué necesitamos.
Este Check-In también es nuestro gran aliado para dejar de reaccionar automáticamente frente a los desafíos de nuestra vida diaria y PAUSAR, para así poder responder de forma más consciente a todo lo que se nos presenta. ¿Probamos?