Integración cerebro y estrés – parte 2

Por Delfina de Achával

| 26/10/2020 |

CÓMO INTEGRAR NUESTRO CEREBRO (Y EL DE NUESTROS HIJOS) FRENTE AL ESTRÉS.

La corteza prefrontal es un área de NEOCORTEX que he estudiado mucho y me fascina. Sus encarga de la regulación corporal, conexión con los demás, balance emocional, extinción del miedo, flexibilidad y visión, empatía, moralidad e intuición. Está directamente relacionada con el área límbica y el tronco del encéfalo. Las REGULA, ayudándonos a gestionar nuestras EMOCIONES. Hace que pensemos antes de actuar. Nos ayuda a RESPONDER en lugar de REACCIONAR.


¿Cómo podemos aplicar esto a la crianza? Hay momentos en que vemos a los niños/as tomados por sus emociones más primarias. En ese momento el niño/a está en una situación de estrés en la cual el cerebro primitivo (reptiliano y mamífero) se dispara, de manera que la corteza prefrontal empieza a perder la capacidad de regularlo todo, y cuando ya no puede resistir más, se “voltea” y deja de ejercer balance emocional. Sumado a esto, la corteza prefrontal es lo último que se desarrolla en la niñez.

En este momento es inútil intentar hablarles a los niños o mandarlos a “pensar”, porque NO rige el pensamiento. Mucho más desaconsejable es que se nos “vuelen las chapas” también a nosotros. Entonces, ¿qué hacemos? Aplicamos “la pausa sagrada”. ¿Qué es esto? Tiene que ver con “dar espacio”, con esperar para responder de forma consciente y con dar mayor flexibilidad mental al estresor que se nos presenta. Me retiro y pido que alguien se quede con el niño, me regulo (puede ser practicando Mindfulness). Y una vez que los dos estemos integrados nuevamente, hablamos y pensamos juntos nuevos recursos para la situación que nos estresa.

Lo maravilloso que nos trae Mindfulness es que siempre podemos volver a nuestro cerebro integrado en sus 3 niveles siendo conscientes de nuestra experiencia (pensamientos, emociones y sensaciones físicas) y de por qué hemos llegado ahí, pero sobre todo tratando de evitar que esto llegue a suceder, a nosotros y nuestros niños/as. La práctica de Mindfulness ayuda a integrar nuestro cerebro, a que la corteza prefrontal a que no pierda el control, reforzando sus funciones de manera consciente.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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