Poner nuestra mente en modo manual

Por Delfina de Achával

| 05/05/2021 |

Hace unas semanas les conté sobre los modos de nuestra mente, como aquellos autos que permiten en su palanca de cambios el modo manual y el modo automático. Nuestra mente funciona igual:

MODO AUTOMÁTICO ➡️ MODO HACER
y MODO MANUAL ➡️ MODO SER

La clave de un buen viaje reside en saber discernir cuál usar en cada momento de nuestra vida.

Hoy quiero explorar un poco más el MODO MANUAL, o MODO SER, como lo llamamos desde Mindfulness.

Estar en MODO SER, a diferencia del HACER, no está motivado por lograr un objetivo o meta particular. ¡Todo lo contrario! El foco está puesto en ACEPTAR y PERMITIR lo que es en ese preciso momento, sin ejercer ninguna presión o forzar nada para que eso cambie.

En el modo MANUAL, la mente no tiene nada que hacer, ni a dónde ir. Simplemente ESTAR con lo que surge momento a momento, que es otra importante diferencia con el modo HACER, en la que la mente viaje constantemente entre el pasado y el futuro.

También estar en MODO SER tiene que ver con entender la IMPERMANENCIA de la vida, de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones físicas. Saber que cualquier cosa que surja tiene su momento, y también desaparece. Se trata de poder tolerar la incomodidad sin tener que desplegar
rápidamente acciones reactivas para escapar de lo que no me gusta.

Y la mejor parte es que si cultivamos momentos de MODO SER, comenzamos a reconocer una riqueza infinita de matices y opciones que nos generen muchísima LIBERTAD y RESPONSABILIDAD.

Porque al frenar el piloto automático, somos más conscientes y, por ende, más responsables de nuestras acciones.

Seguramente estarán pensando, como yo pensé hace un tiempo, que el modo SER es cómo “un estado especial en el que toda actividad se detiene”. ¡Pero no es así! Podemos estar en modo SER acompañando cualquier actividad, o falta de actividad, en que estemos. Es sólo cambiar el modo
mental. Y la práctica de Mindfulness nos ayuda mucho en esta ardua, pero posible tarea, a través del entrenamiento de nuestra atención.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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