Detox digital

Por Delfina de Achával

| 19/01/2024 |

En tiempos de homeoffice y en los que hasta la terapia puede hacerse a distancia, cuando grandes y chicos nos pasamos mucho más tiempo del que querríamos delante de pantallas, es preciso pensar en la necesidad de un manejo más consciente de la tecnología. Porque hablar de bienestar también es hablar de nuestros hábitos digitales.

Para empezar a pensar esto, me gustó mucho el libro de Martina Rua y  Pablo M. Fernández, “Cómo domar tus pantallas”. En él, además de dar pautas para lograr un plan de bienestar digital con el que trabajar y vivir mejor, proponen algo más radical: la necesidad de un detox. Una desconexión que nos permita alejarnos para entender cómo estamos usando la tecnología y qué efecto está teniendo en nosotros. Y más aún, cómo entablar una relación más saludable.

La idea no es una abstinencia impuesta de un día para el otro, sino empezar investigando con consciencia en qué plataformas o aplicaciones pasamos más tiempo y, sobre todo, en cuáles lo hacemos con intención y en cuáles sentimos que nos perdemos por completo (que empezamos a scrollear y cuando nos queremos dar cuenta pasaron 2 horas).

Para eso, proponen un ejercicio puntual. Una vez definido de qué red social o app deberíamos tomarnos un respiro (podés incluso decidirlo mirando el tiempo que pasás en pantalla en cada una), proponernos hacerlo por algunos días o incluso semanas. Y registrar lo que nos pasó, pero además qué hicimos con ese tiempo. Por ejemplo, desinstalar Instagram por 15 días, y lograr leer más, jugar más tardes con tus hijos, hacer paseos más largos con tu mascota o hasta descansar entre reuniones.

¿Quién se anima a ponerse a prueba y compartirme sus respuestas?

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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