La creatividad no es para unos pocos

Por Delfina de Achával

| 16/05/2024 |

El mes pasado me di el gusto de conversar con @diego.golombek en mi ciclo de vivos El Refugio, científico, especialista en cronobiología y autor de ¡12! libros que acercan la ciencia a un lenguaje simple y súper interesante. Tuvimos un vivo súper rico que me dejó pensando en muchos ámbitos. Y como sé que muchos no pudieron verlo, quisiera dejarles algunas de sus frases más interesantes.

“La creatividad no es para unos pocos, es para todos. Y no es para genios, es para gente apasionada. Porque todos somos un poco apasionados cuando encontramos aquello que nos mueve. Esa pasión luego nos lleva a dedicarnos mucho, y es justamente en la pausa de esa dedicación cuando surge la creatividad. La receta simple sería trabajo-trabajo-trabajo-disrupción”.

“La inspiración es muy linda, pero no hay ninguna musa que te venga a soplar ideas al oído cuando estás mirando el horizonte. Para llegar al momento Eureka, la procesión tuvo que venir por dentro. Tuviste que amasar datos, escuchar gente, recibir un montón de información y procesarla”.

“Las ideas no son para siempre. Si no las compartís, ponés en práctica o anotás, se van. Para tener acceso a ellas tenemos que traerlas al presente y comunicarlas”.

“Esos momentos de supuesto ‘hacer nada’, cuando el cerebro está vagando, permite conectar toda la información que recopiló previamente. Es entonces cuando aparece algo nuevo. Y esto nos lleva a otra idea de lo que es la creatividad o la innovación, porque en la mayoría de los casos no estás inventando algo nuevo, sino reformulando cosas que estaban dando vueltas por ahí”.

“Estamos hechos para un mundo que ya no existe. Nuestro cerebro espera que cuando se pone el sol te vuelvas a la cueva y te quedes en la oscuridad hasta que vuelva a salir”.

“Los científicos mantenemos la capacidad de juego durante toda la vida. Porque se trata de hacer preguntas, ser curiosos, sacudir a la naturaleza a preguntazos. Y no quedarte conforme con algo, sino siempre estar buscando alguna respuesta. Y no hace falta ser un investigador profesional para tener esas preguntas”.

“Una buena pregunta científica no es la que se cierra con una respuesta, sino la que abre nuevas preguntas”.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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