Genki: estar bien, saludable

Por Delfina de Achával

| 15/12/2023 |

Llegó diciembre. Muchos vamos llegando agotados física y mentalmente, pero, al mismo tiempo, sentimos que todavía falta un montón.

Por eso, hoy les traigo esto que a mí me resonó. Resulta que para tener éxito en lo que emprendemos, sea lo que sea, no hay que buscar tanto la velocidad, sino la constancia. Sería algo así como lo que siempre me dijo mi abuelo Tata: “la vida es una maratón, no una carrera de 100mts”. Asique, no se trata de aumentar nuestro nivel de energía tipo BOOSTER, sino de entrenar nuestra resistencia, aprendiendo a regular adecuadamente el nivel de energía que tenemos disponible.

A esto alude la idea de “GENKI”. Las medicinas china y japonesa se basan en el principio de que todos los seres vivos están animados por una fuerza vital llamada “ki”. Y así, hablar de “genki” es preguntarle a alguien cómo está, porque “gen” es el origen y “ki”, la energía vital. Estar genki es sentirse bien porque nuestro ki posee su nivel natural. Y si alguien no se siente bien, debe buscar la causa de su agotamiento del ki para recuperar su dinamismo. ¿Qué les parece?

Lo interesante de esto es que no solamente apela a lo físico. Para estar genki tenemos que prestar atención a lo que hacemos, pero también a lo que pensamos, porque gran parte de nuestro cansancio viene de nuestra mente y la proliferación de pensamientos, muchas veces inútiles.

En su libro llamado precisamente “Genki”, el politólogo francés Nicolás Chauvat compartió tres grandes reglas para lograr estar en armonía:

  1. Dar sentido a lo que hacemos. Es mucho más importante preguntarnos por qué hacemos algo que cómo lo hacemos. Nuestra energía se nutre cuando sentimos que nos dedicamos a lo que verdaderamente importa
  2. No pensar al estrés como un enemigo. Es mejor entender esta respuesta natural y tratar de responder a ella de un modo más natural. Se dice que lo que nos hace perder el ki no es el estrés, sino la opinión negativa que tenemos sobre él.
  3. No ser demasiado duros con nosotros mismos. Pocas cosas nos cansan más que la autocrítica reiterada. Recordemos siempre que la poca amabilidad con uno mismo suele ser un factor de depresión y abandono en vez de uno de cambio.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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