¿Los psicólogos somos de carne y hueso?

Por Delfina de Achával

| 21/10/2022 |

Hoy quería traerles esta reflexión: ¿los psicólogos somos de carne y hueso? ¿O somos superhéroes a los que nada nos pasa ni afecta?. Esto lo traigo un poco en chiste, y un poco en serio. Y acá llamo a mis colegas a que me banquen en comentarios: ¿cuántas veces nos han dicho “pero si sos psicóloga/o, ¿cómo no podes con esto?”.

Y no, muchas veces NO PODEMOS. Porque cuando somos madres, padres, hijos/as, pareja, también muchas veces se nos queman los papeles.

¿Porqué? En nuestra vida personal, la emoción está en juego de manera mucho más potente que cuando ayudamos a un paciente. Mi vínculo terapéutico con mis pacientes, a quienes fuerte, es diferente y maravilloso porque tengo una distancia óptima (y objetiva) para ayudarlos a tener una mirada fresca y curiosa sobre los que les pasa. Y por supuesto, eso también hace conmigo mi terapeuta, a quien adoro (y extraño porque está de vacaciones).

Por supuesto que tenemos más herramientas y recursos, porque nos pasamos muchos años estudiando la mente humana. Y en ocasiones, eso nos permite salir adelante más rápido, tomar perspectiva, y hasta tener el radar más afinado para verla venir y salir corriendo a tiempo. 

Pero algunas veces también caemos en nuestras propias trampas, sesgos mentales, juicios… ¡y zas! Sucede. ¡Pero BIENVENIDO sea! Porque eso nos permite conectarnos con nuestra vulnerabilidad, nuestros lados más oscuros e imperfectos. Y es desde ahí que surge la verdadera AUTENTICIDAD (algo que no abunda en nuestra sociedad, y muchas veces falta en redes sociales).

¿Y saben qué? También desde ahí, como la flor de loto, blanca e impoluta, que surge del pantano y el barro, surge en nosotros la verdadera belleza: nuestra FORTALEZA y VALENTÍA.

Así que, SIEMPRE, cuando venga el, a mirarlo de frente. No importa qué rol o qué título tengamos colgado. Siempre con consciencia, humildad, aceptación y autocuidado. Y sabiendo que también va a pasar, descansando en la impermanencia de la vida.

Vamos por vidas más reales y más auténticas. ¡Los abrazo fuerte!

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

Estas reflexiones también te pueden interesar: