5 pilares de la Disciplina Positiva

Por Delfina de Achával

| 24/10/2022 |

El año pasado realicé una Certificación en Disciplina Positiva. ¿Saben de qué se trata? Es una metodología educativa creada por la Dra. Jane Nelsen, Lynn Lott, Cheryl Erwin y otros para ayudar a los niños y niñas a convertirse en adultos responsables, respetuosos/as y llenos/as de recursos.

Es la filosofía que ayuda a los adultos a entender la conducta inadecuada de los niños, promoviendo actitudes positivas hacia ellos y enseñándoles a tener buena conducta, responsabilidad y destrezas interpersonales.

Una de las razones que más me tentaron para hacerlo fue la posibilidad de aprender a educar con amabilidad y firmeza a la vez. Suena difícil, ¿no? ¡Pero se puede!

La Disciplina Positiva enseña a los adultos a utilizar amabilidad y firmeza al mismo tiempo. Algunos padres son amables, pero no firmes. Otros son firmes, pero no amables. Y después estamos quienes “pendulamos” entre ambos extremos. O somos tan amables que la crianza de nuestros hijos se nos va de las manos (y pueden hacer con nosotros lo que quieren), o somos demasiado rígidos y hasta a veces no nos reconocemos a nosotros mismos y sentimos culpa.

Acá les dejo algunas opciones para cultivar día a día nuestra ma/paternidad, ¡FIRME Y AMOROSA! ¡Vamos por eso!

➡ Siempre validá sus sentimientos. “Sé que te encantaría seguir jugando, y tenés que irte a bañar…”.

➡ Demostrá comprensión. “Entiendo que quieras mirar los dibujitos antes de hacer la tarea. Pero la tarea tiene que hacerse primero”.

➡ Redireccioná su atención. “¿Querés que nos cepillemos los dientes juntos? ¡Carrera 1,2,3 YA!”.

➡ Establecé acuerdos. “Entiendo que te dé fiaca ordenar los juguetes, pero, ¿cuál fue nuestro acuerdo?”.

➡ Brindale opciones. “No queres ir a dormir y ya es la hora de hacerlo. ¿Querés leer un cuento? ¡En cuanto te pongas el pijama lo hacemos!”.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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