5 acciones que pueden cambiar el final de tu día

Por Delfina de Achával

| 23/01/2024 |

Hola! Acá de vuelta después de una semana de vacaciones. De a poco volviendo a mi rutina, a mis hábitos. Y aunque muchas veces parezcan automáticos, los hábitos son parte fundamental de lo que define nuestra identidad. Porque se trata de lo que hacemos a diario, día tras día, semana tras semana. No hay duda de que nuestros hábitos nos definen.

Pero no quiero asustarlos. Justamente, si queremos cambiar algo en nuestra vida, deberíamos empezar por instaurar hábitos que nos acerquen a ese objetivo. Y a veces no se trata de actos grandilocuentes, sino de pequeñas decisiones. Acá te comparto 5 acciones para poner en práctica al final del día. Las practiqué esta semana de vacaciones y me super sirvieron para mi higiene de sueño.

  • Reflexionar sobre lo que vivimos en el día. Preguntarnos qué fue lo mejor del día para conectar con la gratitud de lo chiquito y cotidiano. Lo podes hacer con tu familia o con vos mismo.
  • Rituales para desconectar. Sin redes, sin pantallas, sin demasiados estímulos externos. Funcionamos en dimmer, no en tecla ON-OFF. Volviendo a las bases, conversando cara a cara, leyendo un buen libro, dándonos un baño relajante. 
  • Planear el día siguiente. Tomar nota de 3 tareas o actividades que necesitamos o queremos hacer al otro día puede enfocarnos en priorizar y calmar la ansiedad y rumiación mental. 
  • Respirar o meditar. Inhalamos y exhalamos unas 20.000 veces por día, ¿por qué no hacer que algunas de esas sean realmente valiosas? Es ideal hacerlo antes de dormir. 
  • Leer. Una novela o cuento pueden ser la mejor forma de desconectar y dejar que la mente divague por nuevos mundos por un rato. Es importante que sea algo que no esté vinculado a tu trabajo o estudio. 

Repetí estas acciones por una semana y después contame. Estoy segura de que en apenas 7 días vas a notar cambios en tu descanso. Yo lo probé la semana pasada de vacaciones ¡y me hizo mucho bien!

Un abrazo, Delfina

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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