Hablemos sobre NUTRICIÓN CONSCIENTE, una de las fuentes de bienestar de mi taller “Estar-Bien es una Ciencia”. Hoy invité a una experta en alimentación: @sofi.labougle, Health Coach, a participar de este post.
Su cuenta me acompaña a vivir una vida más saludable y lo que más me gusta es que todo lo que propone es super fácil, práctico y con información sólida.
Desde la neurociencia sabemos que, para funcionar bien, nuestro cerebro necesita MUCHA ENERGÍA. Sofi nos cuenta de dónde la sacamos: “Funcionamos a base de glucosa, azúcar en sangre. La necesitamos para mantener nuestro cerebro sano, hígado, corazón y músculos. Tenemos que darle azúcar de la buena. La manera en la que nos alimentamos debe darnos energía, no quitárnosla”. Necesitamos evitar procesados y alimentos industriales. Elegir siempre comida real, de calidad y buena procedencia.
Un estudio del MIT demostró que muchos alimentos podrían cumplir una importante función en la regulación de neurotransmisores, aquellas sustancias químicas encargadas de la transmisión de información a lo largo del sistema nervioso, que provocan cambios en la actividad cerebral y nuestro comportamiento. Sofi explica: “La composición de cada alimento tiene un efecto directo en la producción de las señales químicas del cerebro. Existen alimentos que aumentan la serotonina y la dopamina”.
Estos dos neurotransmisores nos dan energía mental, atención, control de impulsos, motivación, equilibrio emocional, potencian la calidad de nuestro descanso y aportan una dosis de energía y bienestar.
Los niveles de serotonina y dopamina fluctúan en nuestro organismo por diversas razones: depresión, estrés, alimentación basada en alimentos procesados, alta en azúcar y grasas saturadas.
La clave no sólo está en QUÉ comemos, sino también en CÓMO comemos. La alimentación consciente o “mindful eating” hace foco en la relación de nuestras emociones con el alimento. Ya pronto les contaré más de esto!