RESILIENCIA: DESDE LA INCOMODIDAD HACIA LA CONEXIÓN EMOCIONAL
El otro día me di cuenta de que la admiración que tengo hacia algunas personas no tiene que ver con la excelencia, sino con su habilidad de reconocer que el camino para llegar a cualquier logro tiene sus derrotas. De ahí mi reflexión sobre la RESILIENCIA. Es la capacidad de una persona de adaptarse con éxito al estrés, trauma y adversidad.
Tiene que ver con la habilidad de ser FLEXIBLES. ¿Cómo hacemos? Acá, algunas claves para armar nuestro propio botiquín de “factores protectores” y hacernos más fuertes frente a la adversidad.
➡ Aprender a PEDIR AYUDA.
➡ Estar CONECTADOS con los afectos que nos sostienen y nos hacen perder el miedo a fracasar: familia y amigos de calidad.
➡ Cultivar la ESPIRITUALIDAD: reconocer que estamos conectados unos con otros de un modo inexplicable, y que nuestra CONEXIÓN MUTUA está basada en el AMOR y la COMPASIÓN.
Cuando estamos frente a una situación que nos lleve al estrés y la ansiedad, tenemos dos opciones: perder la esperanza y anestesiar nuestras emociones a través de conductas que no nos hacen bien y nos vuelven cada vez más rígidos; o ser RESILIENTES, contar con un PROPÓSITO, un SENTIDO y una PERPECTIVA que nos permitan comprender mejor y seguir avanzando en la vida de forma más flexible y liviana.
Como dice Dory, “Just keep swimming, just keep swimming”. ¿Vamos?