No es lo mismo meditar que respirar: descubrí la diferencia

Por Delfina de Achával

| 06/10/2025 |

Aunque a menudo se usan como sinónimos, pero meditar y hacer ejercicios de respiración son prácticas distintas, cada una con su utilidad específica.

Meditar consiste en observar la mente sin intervenir en el flujo de pensamientos, estar presente en el momento y aceptar lo que ocurre sin intentar cambiarlo. Permite volver al cuerpo y a los sentidos, observar emociones y sensaciones sin juicio, y desarrollar atención plena.

Respirar con intención, en cambio, es una acción consciente que busca modificar el ritmo respiratorio con un propósito: relajarse, enfocarse, recargarse o calmarse. A través de la respiración se puede activar o relajar el sistema nervioso y generar cambios inmediatos en el estado físico y mental.

No existe una práctica mejor que otra: todo depende de lo que necesitemos en cada momento. Se pueden combinar o elegir según la situación, siempre buscando ese espacio de pausa previo a cualquier acción consciente.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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