Mujeres que han dejado su huella

Por Delfina de Achával

| 09/02/2024 |

Te propongo un juego. Quiero que te acerques a tus hijos, sobrinos o algún hijo de un amigo o amiga y les pidas que dibujen una de las siguientes profesiones: médico, bombero o científico. Si no tenés niños cerca, también podés hacerlo con algún adulto. Es probable que el resultado sea el mismo: en la gran mayoría de los casos, van a dibujar a un hombre en esos roles.

En 2024, esto sigue sucediendo con total normalidad. Los estereotipos comienzan muy temprano en la crianza, y se perpetúan por el resto de la vida. Sin embargo, está lleno de mujeres que han dejado huella, y son cada vez más las que se animan a desafiarlos. Yo misma soy neurocientífica y he recorrido un camino que no siempre fue fácil por mi condición de mujer. Y tengo hijas a las que quisiera dejarles claro que ninguna profesión tiene un género asignado.

Este domingo 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, uno de los ámbitos donde más nos cuesta lograr reconocimiento. Aunque la primera y única persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades (Física y Química) fue Marie Curie. Aunque la primera programadora de computadoras y creadora del primer algoritmo procesado por una máquina fue Ada Lovelace. Aunque quien logró fotografiar por primera vez la doble hélice del ADN fue Rosalind Franklin. Y son solo tres ejemplos.

Hoy contamos con prodigiosas científicas que a diario comparten su sabiduría, como @melifurman, especialista en educación que siempre despliega datos y enfoques reveladores; la neurocientífica @nazareth.castellanos, capaz de volver atrapantes hasta los datos más duros sobre el cerebro; o como @glucosegoddess, la bioquímica Jessie Inchauspé, cuyos descubrimientos sobre la glucosa alumbraron un método que cambió la forma de alimentarse de miles de personas.

Son mujeres y están haciendo historia en vivo. Te invito a seguirlas y aportar tu granito de arena para difundir sus trabajos, pero también para dejar atrás los estereotipos y comenzar a naturalizar que la ciencia no es sólo territorio de hombres. Y si querés sumar otros nombres a la lista, ¡te leo en comentarios!

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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