Vivenciar el nacimiento de un bebé, propio o de alguna mujer que acompaño como Doula, es de los momentos más mágicos que me puede regalar la vida. El simple hecho de estar escribiendo este posteo me eriza la piel. Y hoy quiero contarles un poquito del programa de Embarazo Consciente que estoy brindando dos veces al año como Doula.
Una de mis clases favoritas en este programa tiene que ver con traer luz a los múltiples factores que influyen en la llegada de nuestro hijo/a. Cuando quedamos embarazas, comenzamos a entender que hay cosas de las que vamos a tener control y otras que no. Existen ciertos factores en los que tenemos más decisión (dónde vamos a parir, el/la obstetra, la posición de parto). Pero hay otros que no, como el tamaño del bebe, cuándo empieza el trabajo de parto, si la enfermera tuvo un mal día. Tal vez, podemos tener una súper fantasía de parto ideal, pero de repente él bebe tiene otra idea y… ¡BIENVENIDO a la ma/paternidad! 🤣
La invitación es que de aquellas cosas que sí podemos tomar decisiones, tengamos una participación activa, sin ser presionadas a tomar una decisión, y siendo SIEMPRE tratadas con amor y respeto. Esos son para mí los elementos esenciales de una experiencia positiva y no traumática de parto.
Les aseguro que, si estos elementos están presentes y son cultivados y sostenidos con las ACTITUDES DE MINDFULNESS que comparto en este post (ver carousel), el resultado en general es positivo, más allá de los detalles de cómo fue el parto y cómo nació el bebe.
Este posteo es una invitación desde mi corazón de Doula para todas las embarazadas a entender juntas que el sufrimiento muchas veces tiene que ver con atarnos a una visión de túnel, a ideas y planes rígidos, expectativas e ilusión de control. Y que desde Mindfulness podemos amigarnos con la idea de que el futuro es incierto, y entender las diferencias entre tener preferencias y planificar, con tener control sobre todo.