Había una vez un burro hambriento que tenía a su alcance dos fardos de comida iguales y equidistantes. Indeciso, el burro miraba a la izquierda y veía un montón de comida, miraba a la derecha y veía otro montón idéntico. Y como los dos le atraían con idéntica fuerza, acabó muriendo de hambre por no decidirse a comer de ninguno de los montones.
Esta fábula nos muestra la importancia de tener las cosas claras. Y traspolada al mundo moderno, superpoblado de opciones, a lo vital de saber elegir y no distraernos. ¿Qué podríamos perder en el proceso? Nuestra propia vida, que se pasa sin propósito y en una marea de oportunidades vacías.
Hoy quiero compartirte algunas ideas para aprender a elegir a conciencia y trazar caminos más claros.
1- No siempre que tenemos más variedad de opciones, tenemos mayor libertad. ¿Acaso no sentís que en estos tiempos en los que tenemos tantas opciones no necesariamente disfrutamos más?
2- Cuando tenemos demasiado para elegir, la sensación es que, elijamos lo que elijamos, siempre nos perderemos de algo. Es el trastorno FOMO (Fear Of Missing Out) puesto en acción.
3- Lejos de acercarnos a un mundo de riqueza, un exceso de opciones nos confunde y nos paraliza”.
4- Pero la idea no sólo haya menos opciones, sino descubrir con claridad lo que queremos. Identificar lo que nos resuena, y en lo que creemos es un alivio ante la angustia de la elección.
5- Porque si no sabemos lo que queremos, no importa la decisión que tomemos, siempre terminaremos insatisfechos.
6- En la psicoterapia, somos capaces de marcar el camino sobre lo que es importante para nosotros y acorde a nuestros valores. Y al hacerlo, las decisiones decantan solas. Incluso las más difíciles.
Me inspiré leyendo a @pabloarribas y su maravilloso libro “El universo de lo sencillo”. Se los recomiendo.