Hoy les traigo esta frase de Brené Brown para reflexionar. Brené es una investigadora dedicada a estudiar temas como la vulnerabilidad, la autenticidad y el coraje, como herramientas para transformar nuestra vida.
Y esta frase me gusta especialmente porque muchas veces no nos hablamos a nosotr@s mism@s con la amabilidad que deberíamos. Tendemos a autoexigirnos, a tenernos poca paciencia. Y hasta nos olvidamos de ser autocompasiv@s.
Y creo que una buena manera para empezar a cambiar esto es a través de un diálogo positivo con nosotr@s mism@s. ¿Cómo hacer?
L@s invito a que la próxima vez que se encuentren criticándose a ustedes mism@s ante alguna situación, se pregunten “¿Qué le dirías a un ser querido si estuviera en tu lugar?”. Imaginen esa conversación y luego traten de aplicarla a ustedes mism@s.
Las palabras que usemos para definirnos son un buen punto de partida. En los momentos en que algo no me sale como esperaba, en vez de criticarme, puedo buscar decirme que igualmente me esforcé mucho, y que eso tiene valor, y que probablemente hubo otros factores en juego que condicionaron el resultado, por ejemplo.
En vez de usar expresiones como “¡Qué bob@! ¡Cómo se me pasó este detalle!” , podemos decirnos, “Eran muchos temas a tener en cuenta. La próxima vez estaré más atent@”.
Son pequeños pasos que hacen la diferencia.