En mis primeros años como Psicóloga, todo sucedía de manera muy “mental”. Con una personalidad sumamente exigente y perfeccionista, trabajaba día y noche para lograr crecer profesionalmente y alcanzar el máximo grado académico en mi área: ser Doctora en Salud Mental de la Fac. de Medicina de la UBA.
Pero mi cuerpo estaba en total desconexión con mi mente, y mi mente, tan valorada por mí, me jugó una mala pasada. De día vivía casi en automático. Y a la noche empezaba con una escalada interminable de pensamientos catastróficos y fatalistas acerca de mi futuro asociados a la ansiedad. Algo no andaba bien.
Buscando una respuesta en terapias que unan 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞-𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨, llegué a mi primer programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) de la mano de @maria.noel.anchorena a quien desde esa primera meditación hace ya mas de 10 años, siempre estaré muy agradecida porque sus palabras resonaban en cada célula de mi cuerpo.
Allí, entendí que somos mucho más que nuestra mente y que nuestros 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬. Que lo importante es conectar con nuestro 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨 y nuestros 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐝𝐨𝐬, y poder ir mas allá. Siendo felices con lo qué hay 𝐚𝐪𝐮𝐢́ 𝐲 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚. 𝐌𝐢𝐧𝐝𝐟𝐮𝐥𝐧𝐞𝐬𝐬, o Atención Plena, es 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚, una consciencia que emerge de prestar atención concreta y sostenida y sin juzgar al 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞.
En Uruguay, donde viví por varios años, empecé a incorporar los conocimientos del Mindfulness a mi práctica clínica como psicoterapeuta. Así comencé a trabajar en mi y con mis pacientes nuevos estados mentales como 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚, 𝐥𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐚𝐭𝐢́𝐚, 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐲 𝐥𝐚 𝐞𝐜𝐮𝐚𝐧𝐢𝐦𝐢𝐝𝐚𝐝.
Muy feliz y entusiasmada de compartir algunas herramientas de Mindufulness y recursos simples y prácticos que me hicieron tanto bien, y que de alguna manera, han cambiado mi vida.

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