Este año, quiero presentarles un nuevo concepto danés que me encanta: LYKKE.
Lykke significa “felicidad”. ¿Alguna vez escucharon hablar de que Dinamarca es uno de los países más felices del mundo? ¿Se preguntan por qué?
Hay algunos condimentos como el equilibrio entre vida personal y trabajo, o el acceso a la salud y a la educación, que generan una calidad de vida muy buena en Dinamarca. Sin embargo, podemos encontrar personas felices en cualquier parte del mundo.
¿Cómo puede ser esto? Acá les comparto la primera clave sobre la felicidad ➡ LA FELICIDAD ES SUBJETIVA ⬅ No hay una receta única para ser feliz.
Entonces, ¿cómo medimos la felicidad? Esta misma pregunta se hizo @meikwiking, CEO del Happiness Research Institute de Copenhague.
Meik Wiking explica que hay una dimensión afectiva y una dimensión cognitiva para medir la felicidad. La afectiva se relaciona con las emociones que uno sintió el día anterior. La cognitiva refiere a la satisfacción general que uno tiene sobre su propia vida, y requiere tomar perspectiva para evaluarlo. Además, Wiking suma una tercera dimensión relacionada a vivir una vida con propósito.
Si la felicidad es subjetiva, no podemos utilizar índices universales. Tengo que pensar qué me hace feliz a mí. Para algunos se medirá por el sueldo o la fama; para otros, por compartir tiempo con sus seres queridos, o vivir en un entorno natural.
No hay índices válidos ni inválidos. Cada uno debe tomar cómo válidos los que para él o ella sean importantes. Cómo uno se siente con respecto a su vida será lo que le dé la pauta para saber si es feliz o no.
Durante los próximos meses, voy a estar profundizando sobre la felicidad y los diferentes aspectos de nuestra vida que pueden llevarnos a sentir mayor o menor dicha y satisfacción. Mientras tanto, los/las dejo reflexionando…
¿Qué nivel de satisfacción general sienten con respecto a su vida?
¿Les gustaría generar algún cambio en ella?