HAY UN CAMINO DEL MEDIO

Por Delfina de Achával

| 30/05/2025 |

Los padres y madres de hoy nos enfrentamos a un desafío que no hace mucho no existía. Hoy la tecnología y las pantallas son omnipresentes en la vida de los chicos (de todos en realidad), y no siempre tenemos tan claro cómo manejarnos al respecto. Todavía, por una cuestión de tiempo, no hay tantos estudios sobre el efecto del uso de estos artefactos en niños, pero los primeros que van apareciendo y la intuición nos lleva a tomar ciertas decisiones importantes hoy para su futuro.

Como en todo en la vida, no creo en los extremos. No creo en prohibir por completo, pero mucho menos en dar “canilla libre” a las pantallas. En lo personal, llevo varios años buscando el camino del medio, sobre todo según la edad y el nivel de neurodesarrollo de cada niño. El avance de la tecnología es algo inevitable. Resistirla no solamente es una cruzada imposible, sino que además puede tener los efectos contrarios.

A continuación, te comparto algunas ideas y consejos para encontrar ese equilibrio con respecto al uso de pantallas en la vida de tus hijos.

  1. Empezar por el lado positivo de la tecnología
    Si la tecnología va a ser parte de nuestras vidas, lo mejor es “amigarnos” con ella lo antes posible. Lo primero es mostrarles a los chicos el enorme potencial que tiene la tecnología para enseñarles, ayudarles a aprender y acercarles el mundo. La tecnología no es solo distracción, también es herramienta educativa. La clave es saber cómo aprovecharla de manera positiva.
  2. Los adultos como guías
    Es necesario que los adultos se informen y ocupen del tema. No podemos dejar que nuestros hijos sean quienes decidan qué ver o usar en sus dispositivos. Es esencial que participemos activamente, mostrándoles lo que es adecuado y lo que no. Una gran idea es jugar juntos, especialmente con ciertos juegos o apps, y explicarles por qué algunos contenidos no son apropiados.
  3. Establecer límites claros sobre el tiempo
    Una de las cosas más importantes es no dejar que los niños decidan cuánto tiempo pasarán frente a la pantalla. Establecer límites de tiempo es clave para evitar la sobreexposición y fomentar un uso equilibrado. Establecer días y duraciones específicas para el uso de pantallas es algo que personalmente encuentro muy efectivo. Esto les enseña responsabilidad y control sobre su tiempo.
  4. Usar controles parentales
    Los controles parentales son una herramienta fundamental. Nos permiten bloquear contenido inapropiado, proteger la información personal de nuestros hijos y evitar compras no autorizadas dentro de las aplicaciones. Utilizar estos controles nos da un respaldo adicional para garantizar un entorno seguro en línea para ellos.
  5. Predicar con el ejemplo
    Más que nunca, debemos ser los primeros ejemplos. Si los niños ven que nosotros usamos las pantallas de manera equilibrada y responsable, es mucho más probable que nos imiten. Esto incluye cosas simples como no usar el teléfono durante las comidas o cuando estamos interactuando con ellos. Los modelos de conducta son fundamentales en el aprendizaje.
  6. Hablar sobre seguridad en línea
    Es crucial que hablemos abiertamente sobre los riesgos en línea. Conversar con nuestros hijos sobre temas como ciberacoso, el contenido inapropiado o el contacto con extraños en internet es esencial. Ellos deben sentir que pueden acudir a nosotros si alguna situación en línea les incomoda o les genera inquietud.
  7. Fomentar actividades fuera de las pantallas
    Por supuesto, no podemos olvidarnos de fomentar actividades al aire libre y creativas. Jugar afuera, leer un libro o pintar son excelentes alternativas para que los niños no se vuelvan dependientes de las pantallas. Estas actividades no solo enriquecen su vida, sino que también les enseñan a disfrutar de la diversión sin tecnología.

Después de muchos años de estudiar la mente humana integrando la ciencia occidental con la filosofía oriental, sentí una profunda necesidad de compartir mi mirada del mundo y reivindicar el poder de lo simple, chiquito y cotidiano para nuestro bienestar.

Quiero invitarlos a recorrer este espacio juntos, y así incorporar recursos y herramientas hacia una vida más alegre, liviana, y amable, en dónde honremos el vínculo con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

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