Hoy quiero compartirte un fragmento del libro “Rasgos alterados”, escrito por Daniel Goleman y Richard Davidson en busca de mostrar evidencia concreta de que la meditación transforma nuestra mente, cerebro y cuerpo.
“Un discípulo le pidió a su maestro zen que creara para él una pincelada de caligrafía, algo de ‘gran sabiduría’.
El maestro tomó su pincel y escribió ‘ATENCIÓN’. El discípulo se decepcionó: ¿eso es todo? preguntó.
En silencio, el maestro tomó de nuevo el pincel y escribió ‘ATENCIÓN, ATENCIÓN’. El discípulo lo consideró poco profundo e, irritado, se quejó diciendo que no había sabiduría en su respuesta.
Sin decir nada, el maestro entonces escribió: ‘ATENCIÓN, ATENCIÓN, ATENCIÓN’. El discípulo, ya frustrado, le exigió saber qué quería decir.
Y el maestro contestó: ‘ATENCIÓN significa ATENCIÓN’.
La atención, pilar de la práctica de mindfulness, es “la raíz de la razón, el carácter y la voluntad” en palabras del psicólogo William James. Él también creía que poder mejorar esta facultad sería la educación por excelencia. Y los autores de “Rasgos alterados” postulan que ese método no es ni más ni menos que la meditación.
¿Y por qué es tan importante la atención? Porque en la vorágine cotidiana, solemos habituarnos. Cuando algo se repite, sea el café de la mañana, el paisaje en el que vivimos o nuestra pareja de hace varios años, nos acostumbramos. Y dejamos de asombrarnos. Dejamos de apreciar la belleza de lo cotidiano, tan necesaria para darnos cuenta de que hoy, aquí y ahora, estamos siendo felices, estamos bien, estamos en paz.
¿Y vos? ¿En que área de tu vida te gustaría despertar de nuevo la capacidad de asombro y atención?. Estate atento/a, no te distraigas, la atención es TODO.