Desde que comencé a transitar mi camino de la maternidad con mi primer embarazo, algo cambió en mí. A medida que mi panza iba creciendo, también crecía en mi una profunda necesidad de 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐀𝐑𝐓𝐈𝐑 con otras mujeres todo el tsumani de pensamientos, emociones y sensaciones físicas que sucedían en mi interior.
Mi primer hija, Julia, nació en Uruguay y lejos de mi familia me sentía sola y vulnerable. Recuerdo el día que encontré en Maldonado a @alejandra_mejuto con sus clases de yoga prenatal y a @laurakrochik la primer persona que me explicó qué era ser “doula”, y quien me acompaño con mi lactancia como primeriza.
Unos años más tarde llegó mi embarazo múltiple con mucha alegría pero también lleno de miedos e incertidumbres. Cinthia Molina, @cinmolina_desarrolloinfantil apareció en mi vida y su contención fue 𝐂𝐋𝐀𝐕𝐄 en mi experiencia con Antonia + Lorenzo + Julia de tan solo 2 años. Mi amiga Di, otra 𝐆𝐑𝐀𝐍 mujer y hoy Doula @douladevicentelopez también acompañaba con clases de yoga en mi casa en un acto de 𝐄𝐍𝐎𝐑𝐌𝐄 contención de amor.
Y así, rodeada de estas y otras tantas mujeres valientes y maravillosas fue transitando mis primeros años de 𝐒𝐄𝐑 𝐌𝐀𝐌𝐀́. Y era tanto mi disfrute de esta vida en 𝐓𝐑𝐈𝐁𝐔, que también me embarqué en el camino para ser Doula.
Es mi deseo más profundo que cada pareja pueda 𝐄𝐋𝐄𝐆𝐈𝐑 y cursar su embarazo, parto y crianza de la forma más conectada y en profundo acuerdo con su deseo de cómo lo quieran transitar.
Los espero para compartir con ustedes mi experiencia, mi visión e invitarlos a esa red tan necesaria que fue para mi en el camino de mi maternidad.