Muchas veces me encuentro a mi misma preguntándome “¿cómo hacemos para poder con todo en esta situación tan compleja e inédita?” Tenemos que poder con el trabajo, pareja, hogar, hijos, padres, momentos de autocuidado y bienestar, etc. Y lo que me surge contarles, desde mi experiencia, es que con el tiempo he comenzado a ser una guardiana feroz de mi TIEMPO y ENERGÍA. ¿Qué significa esto?
Antes de ser madre solía engancharme en el “hacer, hacer y hacer”, y no era muy consciente de la elección de aquellas situaciones o personas a las que le destinaba mi tiempo y energía disponible. Pero la maternidad en mí hizo un CLIC. Desde que nacieron mis tres hijos, mi tiempo y energía empezaron a escasear y tuve que priorizar y marcar límites claros en relación a mi agenda, mi energía y mi corazón.
¿Cómo hacemos para dar VALOR a nuestro tiempo y energía en nuestra vida diaria? Les voy a enumerar algunas prácticas cotidianas que he decidido aplicar.
➡ Elijo las batallas. De todas las tareas domésticas y logísticas de casa, nos dividimos con mi marido cuál disfrutamos (o nos cuesta menos) a cada uno.
➡ Me agendo momentos para mi autocuidado como si fueran una reunión o una sesión con un paciente. Puede ser hacer mi práctica de Mindfulness, leer o pensar sobre algo que quiero escribir, o simplemente salir a caminar o dar una vuelta por el jardín. Alguien alguna vez me dijo: los momentos para uno mismo/a no se “encuentran” en el día a día, ¡sino que se buscan!
➡ Cuando es mi tiempo de trabajar, sólo trabajo. Me sumerjo en mis reuniones, talleres o sesiones con pacientes al 100%. Y si tengo una interrupción o corte por algún tema familiar lo observo y no me frustro, sino que lo acepto como parte de la difícil y extraña situación que estamos viviendo.
➡ Trato de tomarme, en lo posible, un día de la semana “libre” de compromisos fijos. Suele terminar completándose con otras actividades, pero me siento con algo de libertad y flexibilidad sabiendo que tengo ese día “sin rutina”.
➡ En general corto el contacto con el celular en un bloque del día entre 4 y 5 horas.
¡Espero que les haya servido esta pequeña reflexión!