Hoy estoy con ganas de compartir con ustedes una reflexión que me parece muy importante en mi vida, especialmente los días en que estamos a mil, con mucho por hacer, y en que nos sentimos un poco abrumados/as.
¿Les pasa sentir que tienen mucho por hacer, y los/as abruma? ¿Alguna vez olvidaron cosas por tener demasiado en mente? ¡Es común! A veces sentimos que el día nos pasa por encima y nuestra vida se vuelve un caos.
¡Pero a no desesperar, que hay solución!
Desde la Neurociencia, sabemos que hay un límite concreto de cuánta información puede registrar nuestro cerebro, o a cuántos estímulos podemos prestar atención al mismo tiempo. No es infinito. Y para no agotarnos, es importante CUIDAR NUESTRAS FUENTES DE ENERGÍA: la física, la emocional y la mental. Así que les comparto 2 consejos concretos, que a mí me ayudan mucho.
CREA TUS PROPIAS REGLAS. No hay una rutina perfecta, ni un esquema universal sobre cómo lograr un equilibrio saludable entre vida personal, familia y trabajo. El esquema correcto es el que te sirve a vos. El que te hace sentir seguro/a sobre dar a cada espacio el tiempo que querés.
RECARGA TU BATERIA. Acá vuelvo a hablar sobre las tan valiosas PAUSAS que debemos tomarnos en nuestro día para descansar y regenerar nuestras energías. ¿Y sabían que hay distintos tipos de pausas? Yo divido las pausas en 3 tipos.
1. PRODUCTIVAS: leer un artículo o un libro; almorzar con gente del trabajo; ordenar nuestro escritorio.
2. REGENERATIVAS: estirar nuestro cuerpo, salir a caminar, power nap (siesta breve), hacer una meditación.
3. RECURRENTES: aquellas que establecemos periódicamente, como ser, una vez por semana juntarnos con a trabajar en un co-working con una amiga, ir a trabajar a un café que nos guste mucho, ver una nueva serie o película.
Es importante tomarnos pausas a lo largo del día y generar espacios de descanso y distensión. Nuestro cerebro lo necesita, y nuestro cuerpo y emociones también.
¿Se animan a aplicar alguno de estos tips en sus próximas semanas?