Hoy quiero hablarles del silencio. A veces siento que las personas tienen miedo al silencio. Y otras veces, se esconden en él. El silencio muchas veces incomoda, genera angustia y problemas en nuestros vínculos. ¡Pero no siempre es así!
El otro día encontré un artículo que habla de que existen dos tipos de silencio.
🔸 El silencio nocivo: tiene que ver con todo aquello que callamos por miedo, vergüenza o resignación, como ideas, emociones o sensaciones. El problema es que este tipo de silencio no es muy efectivo, ya que todo lo que callamos se manifiesta de una u otra manera: en nuestro cuerpo, en nuestros vínculos, en nuestra forma de hablar o movernos, en nuestra queja constante, en nuestra rumiación mental. Y además nos genera sufrimiento, resentimiento y problemas con nuestros vínculos.
🔸 El silencio nutritivo: es aquel que permite sumergirnos en la presencia propia o con otro que no necesita llenar vacíos. Todo lo contario, es un silencio que abre espacios de conexión y calma. Este tipo de silencio también permite que el cerebro se relaje, que divague de aquí para allá… hasta que pueda aparecer una buena idea, porque facilita la creatividad.
El silencio nutritivo es muchas veces el silencio mental, que se refiere a cuando bajamos los ruidos de fondo de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones, y nos disponemos a meditar. Pero es importante saber que lograr este estado de silencio mental, o la famosa “mente en blanco”, no es el objetivo de la meditación. La meditación es simplemente un entrenamiento de la atención, y si bien puede haber momentos de silencio mental, eso es impermanente. La mente va y viene constantemente hacia el pasado y el futuro. Ésa es su naturaleza.
Los invito a reflexionar si solemos encontrarnos frente al silencio nocivo, y cuántos momentos de silencio nutritivo tenemos en nuestro día. Les propongo comenzar a alternar entre momentos de ruido y actividad, con momentos de silencio nutritivo y quietud: puede ser silencio auditivo, mental (meditar) o físico con el cuerpo en reposo y con la atención en las sensaciones físicas.
¿Cómo se llevan ustedes con los silencios?