Cuál requerimos y cómo dárselo a nuestro cuerpo.
Decir verano, vacaciones y descanso parecen sinónimos, ¿cierto? Bueno, no siempre es así.
En pleno febrero, la temporada invita a soñar con poner los pies en alto y relajar, recargando energías para el comienzo oficial del año. Un propósito muy necesario, pero que no siempre logramos. ¿Por qué? Porque hay varios tipos de descanso, y no siempre necesitamos el mismo ni todos nos restauran por igual. ¿O nunca te pasó de levantarte después de 8 horas completas de sueño y sentir que tenés el mismo cansancio que cuando te acostaste?
Hay 7 tipos de descanso, y es fundamental aprender a diferenciar cuál requerimos y cómo dárselo a nuestro cuerpo. Te invito a conocerlos y a tratar de discernir cuál estás necesitando hoy.
- Físico: es el más conocido. Implica aliviar al cuerpo de un cansancio, estrés, dolor o tensión. Podemos solucionarlo durmiendo o tomando un masaje o una clase de yoga o stretching.
- Social: hay cierta gente que nos roba la energía, con la que nos sentimos “drenados” después de pasar un rato. Para recuperarnos, podemos pasar un tiempo en soledad o rodearnos de personas que, por el contrario, nos inspiran y motivan.
- Mental: si no podés dejar de pensar siempre en lo mismo, rumiando pensamientos sin llegar a ningún lado productivo, es momento de aquietar la mente. La meditación, dejar de lado las pantallas o hacer una buena caminata pueden ayudar.
- Espiritual: a veces necesitamos conectar con algo más grande que nosotros. Si sos religioso, podés asistir a algún servicio religioso, rezar, o embarcarte en alguna actividad que te dé sentido de propósito, como ayudar a otros.
- Emocional: en ciertos momentos necesitamos expresar lo que sentimos sin miedo a que a los otros no les guste o les moleste. La solución a este cansancio es empezar a priorizar tus necesidades emocionales por sobre las del resto.
- Creativo: el descanso creativo propone despertar la capacidad de asombro (que muchas veces tenemos dormida). Estar en la naturaleza, darle rienda suelta a un hobby o visitar un museo pueden ser buenos disparadores
- Sensorial: vivimos en un mundo de estímulos constantes, y en ocasiones requerimos silenciarlos, o por lo menos ordenarlos. Les propongo una ducha o caminata consciente haciendo foco en nuestros 5 sentidos: vista, olfato, gusto, tacto y oído.
Te invito a reconocerlos y a tratar de discernir cuál de estos estás necesitando hoy.
Un abrazo, Delfina