En más de una oportunidad hemos hablado de las emociones, un tema tan profundo, como interesante.
Hablamos sobre cómo las emociones vienen a traernos alguna “información” sobre cómo estamos, y luego se van. Hablamos sobre cómo practicar mindfulness puede ayudarnos a regularnos y a responder en lugar de reaccionar frente a emociones intempestivas.
Y hoy quiero traerles 5 consejos para un mayor equilibrio emocional. Son factores generales que nos ayudan permanecer más serenos en nuestro día a día.
- Placer: realizar actividades que nos generan placer nos lleva a prestar atención a lo lindo y positivo de nuestra vida. Puede ser desde escuchar música, hasta cocinar algo rico, hacer actividad física, o algún hobby que disfrutemos.
- Hábitos y costumbres: la incorporación de ciertos hábitos saludables es clave para disminuir el estrés en nuestra vida. Incorporar rutinas de actividad física y de meditación, por ejemplo, realmente genera cambios gratificantes (¡sobre esto hablo en mi taller Estar-Bien es una Ciencia!).
- Relaciones sociales: un gran antídoto contra el estrés son los vínculos que entablamos y nuestras relaciones sociales. ¡Qué importante es tener una vida social activa para hacer frente a las preocupaciones y conectar con cosas buenas!
- Gratitud: valorar cada día lo bueno en nuestra vida nos lleva a sentir mayor satisfacción. Recomiendo anotar 3 cosas del día por las que estén agradecidos/as cada noche antes de dormir.
- Autoexigencia adecuada: ¡ojo con la vara con la que medimos nuestro “éxito” y nuestra felicidad! Si sólo nos preocupamos por metas lejanas, correremos el riesgo de frustrarnos y sentir que fracasamos.