La neurociencia moderna revela que el amor y el apego son cruciales para la salud de nuestro cerebro. Sin embargo, muchas veces la pareja es el vínculo que menos cuidamos, que damos por hecho, que miramos de reojo. Es por esto que como especialista en parejas creo que es clave trabajar en espacios terapéuticos para lograr un amor genuino y duradero, en dónde se ayuden mutuamente a convertirse en la mejor versión de sí mismos/as.
Entiendo que se necesita una gran dosis de coraje, compromiso y honestidad para encarar una terapia de pareja. Pero creo que vale la pena. Solo desde la prevención, la aceptación y mirar de frente lo que nos pasa, podemos cambiar nuestra realidad.
“Enamorarse es bastante fácil.
El desafío es sostener ese amor para que saque la mejor versión de nosotros mismos con tiempo, paciencia y compromiso. ”